Formular un canon es tarea del tiempo. Es la calidad de las
obras y el público diverso y las circunstancias los factores que, a lo largo de
décadas, deciden clásicos. Nos es natural, en el mundo del cortometraje,
preguntarnos por sus imprescindibles. Con el ánimo de dejar la pregunta
abierta, Párpado sugiere diez
cortometrajes que –por su maestría - bien pueden disputarse su lugar en el
canon.
Dato curioso: Van Gogh es interpretado por Martin Scorsese.
1. Buster Keaton – The
playhouse
1921
Buster Keaton compra una entrada para ver una obra musical
que Buster Keaton dirige. Todos los músicos de la orquesta son Buster Keaton y
múltiples y diversos Buster Keaton conforman el público. En el colmo de los
clones, uno de los tantos personajes que interpreta el mismo comediante se
sorprende y dice: “Este Buster Keaton parece ser todo el espectáculo”. Con esta
enigmática secuencia abre “The playhouse”, un cortometraje realizado en 1921
por el comediante que llevó la comedia física, el slapstick y la gestualidad
mínima e impecable al extremo de la imaginación. El genio de Keaton, aunque
descansara en su cuerpo de plastilina, no se detenía ahí. Precisamente “The
playhouse” es posterior a la fractura de su tobillo –nunca se permitió el uso
de dobles, basta ver “It’s late” o cualquiera de sus obras para entender lo que
esto significa-; la falta de libertad habitual en sus movimientos la compensó
con el uso de efectos visuales increíblemente ingeniosos y detalles de humor
únicos en uno de sus filmes más autobiográficos.
Dato curioso: Para hacer Walle-E, los creadores de Pixar se inspiraron
y estudiaron los cortometrajes de la época muda de Buster Keaton.
2. Luis Buñuel – El perro andaluz
1929
“…pasando la Navidad con Salvador Dalí en Figueres, le
sugerí hacer una película con él. Dalí me dijo: ‘Yo anoche soñé con hormigas
que pululaban en mi mano’. Y yo: ‘Hombre, pues yo he soñado que le cortaba el
ojo a alguien’. En seis días escribimos el guión.”. Así cuenta Luis Buñuel el
origen y el proceso creativo de “El perro andaluz” (1929), cortometraje sin
paralelo en la historia donde los genios del cine y la pintura plasmaron su profundo
inconsciente y don en pleno auge del surrealismo. Continúa su anécdota: “Trabajamos
acogiendo las primeras imágenes que nos venían al pensamiento y en cambio
rechazando sistemáticamente todo lo que viniera de la cultura o de la educación
Tenían que ser imágenes que nos sorprendieran, que aceptáramos los dos sin
discutir.” (Entrevista con José de la Colina y Tomás P. Turrent en “Luis
Buñuel: Prohibido asomarse al interior”).
Diálogo entre Buñuel y Dalí
LB: ¿Qué ve?
SD: Un sapo que vuela.
LB: Malo.
SD: Una botella de coñac.
LB: Malo.
SD: Pues veo dos cuerdas.
LB: Bien, pero ¿qué viene detrás de las cuerdas?
SD: El tipo tira de ellas y cae, porque arrastra algo muy pesado.
LB: Ah, está bien que se caiga.
SD: En las cuerdas vienen dos grandes calabazas secas.
LB: ¿Qué más?
SD: Dos hermanos maristas
LB: ¿Y después?
SD: Un cañón
LB: Malo; que venga un sillón de lujo
SD: No, un piano de cola
LB: Muy bueno, y encima del piano un burro… no, dos burros podridos.
SD: “¡Magnífico!”
3. Teddy Newton (Pixar) – Day and Night
2010
Desde 1984, año en que se proyectó el cortometraje de John
Lasseter, “Las aventuras de André y Wally B.”, irrumpió en el arte de la
animación una nueva tendencia basada en el desarrollo de la informática. “Pixar
reunía ambas culturas” –la del cine y la tecnología-, diría Steve Jobs, quien en
1986 se hizo dueño de la compañía a la que llamaron Pixar. El desarrollo de una
tecnología que perfeccionara los gráficos y la generación de imágenes animadas
(tarea de Jobs, además, en Apple y NeXT), sumado al talento de creadores como
Lasseter, que concibió “Toy Story” (1995), o Teddy Newton, derivó en películas
y personajes sobresalientes . Si “Toy Story 3” es el quinto largometraje más
taquillero de todos los tiempos, es probable que “Day and Night”, la breve y
extraordinaria historia que le antecedió en las proyecciones, sea el
cortometraje más visto en la historia del cine.
4. Akira Kurosawa – Cuervos
1990
Un joven que se inicia en la pintura visita una exposición
de Vincent Van Gogh. De golpe, se introduce en uno de los lienzos. Aparece en la
tierra que vivió Van Gogh, lo encuentra con su oreja parchada, obsesionado por
retratar aquello que hoy admiramos. “Cuervos” pertenece a “Dreams” (1990), suma
de cortometrajes que destacan por su fuerza estética y la profunda visión de
Kurosawa, que de sueños propios extrajo ocho cuentos audiovisuales que abundan
en las viejas leyendas de Japón, la infancia, la voluntad del hombre frente al
miedo y la muerte, la destrucción de la vida por una central nuclear que tiñe
de rojo tóxico el paisaje en torno al Fuji, la espiritualidad y la sabiduría.
Dato curioso: Van Gogh es interpretado por Martin Scorsese.
5. Raoul Servais – Atraksion
2001
“Atraksion” es el más reciente trabajo de Raoul Servais,
quien desde 1979 combina acción en vivo con animación en una técnica ya
conocida como Servaisgrafía. Su originalidad no reside sólo en lo técnico sino
en la búsqueda de contenidos expresivos, de narrativa singular, y una visión de
autor que en su momento ha conjuntando el homenaje a Paul Delvaux en el notable
cortometraje “Taxandria” (1994), la crítica a los medios de comunicación y los
poderes de la sociedad moderna (“To speak or not to speak”, “Chromophobia”) y
la recurrencia a los sueños; Sevais llegó a trabajar, entre otros, con René
Magritte. “Atraksion” es un film de aquellos que abren un enigma que se resiste
al inmediato desciframiento y desnuda la incertidumbre de la percepción y la
voluntad del ser humano.
6. Jean-Pierre Jeunet – Foutaises
1989
Dos años antes de darse a conocer con el largometraje
“Delicatessen”, obra inconfundible a la que una década después seguiría otra
aún más popular, “Amelie”, Jean-Pierre Jeunet realizó “Foutaises”, cortometraje
en que plasma sus obsesiones, técnicas y recursos narrativos que, mostrados en
toda su dimensión aquí, harán después, en “Amelie” y el resto de sus obras, lo
que son. En “Foutaises” ya está pues, y de modo impecable por la brevedad del
relato, la originalidad creativa de Jean-Pierre Jeunet y hasta la participación
del actor Dominique Pinon. ¿Y a ti qué te gusta y qué no te gusta de los
pequeños detalles que constituyen, con su huella imborrable, nuestra vida?
7. González Iñárritu - Powder Keg
2001
Un fotógrafo de guerra es herido en Nuevo Colón, tras la
masacre perpetrada por sicarios en un contexto de narcotráfico en tierras
rurales. En un intenso corto de principio a fin, el fotógrafo intenta ser
salvado, llevándolo a la frontera. “¿Qué le estamos haciendo a este país? Todo
esto para que nuestros yuppies tengan su raya semanal de coca”, dice el
fotógrafo americano al hombre que ha ido a recogerlo. A la crítica política se
adhieren los contenidos humanistas recurrentes en la obra de González Iñárritu:
la vulnerabilidad, la guerra, la injusticia y la dignidad de un fotoperiodista que
–entre la vida y la muerte- no deja de juzgarla y retratarla. “Powder Keg” es parte de una serie de cortos
financiados por la BMW con la única condición de que usaran alguno de sus automóviles;
destaca, además, entre ellos, “The follow”, de Wong Kar Wai.
8. Pascal Aubier – Le dormeur
1974
Plano-secuencia
de diez minutos, para Andrey Tarkovski es muestra notable del flujo del tiempo
y el ritmo en la imagen cinematográfica: “Primero nos muestra la vida de la
naturaleza, majestuosa y tranquila, indiferente al bullicio y las pasiones humanas.
Entonces la cámara, controlada con una habilidad de virtuoso, se mueve hasta
tomar una pequeña mancha: la figura de alguien durmiendo, apenas visible en la
hierba en la ladera de una colina. Sigue inmediatamente el desenlace dramático;
el paso del tiempo parece acelerarse, adelantado por nuestra curiosidad…” (Esculpir el tiempo). Pascal Aubier,
también actor, tiene en su haber más de una docena de cortometrajes.
9. Michelangelo Antonioni – Lo sguardo di
Michelangelo
2004
Trata de la mirada que cruzan dos artistas: el que entra con
paso lento a la iglesia de San Pedro in Vincoli, cineasta consagrado y director
de este film Michelangelo Antonioni, y el otro Miguel Ángel -si algún artista
que trasciende los tiempos él- quien parece mirar a través de su obra, la
estatua de Moisés, al centro del mausoleo del papa Julio II, mecenas de las
artes y protector de Rafael y Miguel Ángel, a quien encargó además pintar el
techo de la Capilla Sixtina. Con “La mirada de Miguel Ángel”, el último de sus
films, culminó Antonioni una trayectoria marcada por los principios de quien
sostuvo que “la observación de la realidad sólo es posible poéticamente”.
10. James W. Griffiths – A love story
2001
El
desarrollo de la tecnología, la disminución progresiva de sus costos y la
construcción de nuevas redes de comunicación en internet son factores que hoy permiten
a los creadores realizar y difundir sus cortometrajes con una facilidad que
generaciones anteriores anhelaron o ni siquiera alcanzaron a imaginar. “A love
story” es un corto enteramente grabado con un celular Nokia; en vez de
resultarle un impedimento, para Griffiths fue la herramienta con la cual supo
narrar una historia de amor de manera especial, creativa y genial.
Redacción Párpado