En
1995, pocos meses antes de morir, decía Krzysztof Kieslowski, en una entrevista
con Philipe Vecchi, que se estaba perdiendo el conocimiento del cine y no sólo
del cine: “Lo mismo está pasando con la literatura, el teatro, la pintura, la
música… y eso me entristece (...) Se trata de una tragedia y de un vacío,
contra el que creo que estamos desarrollando una especie de defensa natural.
Este vacío está comenzando a alcanzar a los espectadores, que lo están
empezando a sentir como algo doloroso”. El diagnóstico de Kieslowski sobre la
cultura y la cinefilia parece vigente
en nuestros días, aunque hay ya muchos esfuerzos, a través de festivales,
revistas, blogs e inversiones privadas y/o del gobierno en el ramo de cultura,
para sostener esta “defensa natural”.
La
pérdida de este conocimiento puede deberse a diferentes causas que no cabe
mencionar ahora; lo cierto es que no siempre ha ocurrido así. La historia del
cine registra diversos momentos de intensa cinefilia, acompañados no sólo de
una notable presencia de películas sino de su análisis en medios de comunicación,
principalmente revistas, y en comentarios y debates de espectadores. Estos
momentos contribuyen positivamente a enriquecer la cultura de una sociedad. En
la década de los sesenta, por ejemplo, dos espacios en París, ejemplifican esta
forma de enriquecimiento: La Cinémathèque
francaise o Cinemateca francesa,
fundada en 1935 por Georges Franju y Henri Langlois, y la revista Cahiers du Cinema, fundada en 1951,
entre otros, por André Bazin. El auge de la cinemateca fue tal que, cuando su
notable director y coleccionista Langois fue destituido por el gobierno francés
en febrero del álgido 1968, la sociedad se manifestó para pedir su restitución
(el 22 de abril del mismo año Langois fue reintegrado). Entre los protestantes
estaban Francois Truffaut, Éric Rohmer, Robert Bresson o Jean-Luc Godard: para
estos, la Cinemateca fue tan
importante en sus vidas que los acabó convirtiendo en cineastas. Varios de
ellos escribieron también en la revista Cahiers
du Cinema y de la crítica dieron el salto a la realización, como Truffaut.
Una época de amplia y diversa exhibición del cine, y de intensa cinefilia,
llevó, entre otras cosas, a la Nueva ola
francesa, uno de los momentos culminantes del arte en la historia.
Más allá del cine, Fanzine Párpado se propone como un esfuerzo editorial y de periodismo cultural -además de periodismo a secas, entre multitud de áreas- para narrar y analizar los temas que puedan interesar al público.
Redacción Párpado